19.11.05

Dos tipos de héroe (Reforma)

Dos tipos de héroe.
Por Gerardo Australia
REFORMA
(10 Agosto 2004)

A mediados de mayo de 1942, México se declaró en estado de guerra con las potencias fascistas, algo que le costó al país aproximadamente 3 millones de dólares y 68 vidas -cinco en acciones militares en el Pacífico y 63 entre los siete buques mercantes hundidos por submarinos alemanes-, pero que lo apuntaló con el vecino del norte.
De alguna manera, gracias a la guerra, la industria nacional creció un 38 por ciento ante la escasez de productos importados y la demanda internacional de otros.
El Presidente Manuel Avila Camacho quiso aprovechar la articulación de la guerra para industrializar lo más posible el país, "de esa manera no sólo dejaría felices a los empresarios, sino que México ya no sería un país atrasado, (...) ni surtidor de materias primas sin procesar", apunta el escritor José Agustín. No en balde se había destinado entre el 50 y el 60 por ciento de los gastos del gobierno para apoyar la empresa privada.
Por entonces, México abastecía de petróleo a los buques tanque norteamericanos que navegaban el Golfo, asunto delicado que Alemania tomó como una afrenta y del que advirtió las consecuencias. La chispa detonante se daría con el controvertido caso del hundimiento del famoso buque "Potrero del Llano" (14 de mayo de 1942) frente a las costas de Florida, donde murieron cinco tripulantes. Controvertido, porque hay versiones donde se sugiere que los responsables fueron los estadounidenses para presionar a México a ingresar a la guerra -aunque actualmente se sabe por archivos alemanes que sí fue atacado por los submarinos del Eje.
Con el hundimiento del barco, el gobierno mexicano envió una furiosa protesta al Führer, de la que Hitler ni se enteró, pues asuntos más importantes lo reclamaban, como supervisar el exitoso avance de su ejército hasta el Volga y Cáucaso y la inquietante tormenta que se avecinaba con la alianza entre Inglaterra y la Unión Soviética.
No tardaron en hundir un segundo barco el 22 de mayo, el petrolero "Faja de Oro". La indignación no se hizo esperar y el estado de guerra fue aprobado por el Congreso de la Unión (gracias a esto, desde agosto de 1942 entró en vigor en el País lo que para muchos fue la enfadosa Ley del Servicio Militar Obligatorio para mayores de 18 años).
El Gobierno decidió enviar un escuadrón aéreo profesional integrado por 300 hombres: el célebre 201, que partió hasta con la bendición de Agustín Lara que rápidamente compuso su "Cantar del Regimiento": "...Cantar del regimiento, mil vidas se apartarán. Que lo cuida la Virgen morena, que los cuide y los deje pelear...".
Desgraciadamente, desde el inicio de su participación, el Escuadrón 201 estuvo plagado de factores limitantes que iban desde un constante mal clima -común denominador en toda la historia del escuadrón-, pasando por la difícil tarea de pilotear los P-47 "Thunderbolt", un avión pesado, poco práctico y de escaso alcance (en vuelo normal sin bombas duraba 20 minutos en el aire), hasta la mala comprensión de órdenes y señales porque más del 60 por ciento del equipo mexicano de pilotos y miembros de tierra no sabía inglés, desatinos que en más de una ocasión terminaron en tragedia.
El Escuadrón 201 voló hacia Filipinas a fines de marzo de 1945 para entrar en acción en Luzón y Formosa, donde completó 59 misiones, unas satisfactorias y otras no tanto. La última misión del Escuadrón 201 fue escoltar a un convoy en ruta a Okinawa el 26 de agosto, once días después de terminada la guerra. Cinco pilotos mexicanos murieron durante misiones sin combate.

El Héroe Local.
Fuera de la participación del Escuadrón 201, México no tuvo otra acción bélica contra los alemanes durante la guerra, quizás con la excepción de una muy singular y que fue digna de toda una celebración.
Llegó al entonces Café París (calle 5 de mayo, centro) un perro callejero que se convirtió en la mascota del gran grupo de escritores y artistas que más que ir al café, no salían de él. Primero le decían al perro el "Güero", después el "Güero Literato", y finalmente sólo y a secas "Literato", "a sabiendas de que el can era inédito", remarca González Calzada.
Al perro se le trataba mejor que a muchos habituales porque era agradecido y convertía cualquier taco en verdadero banquete. Pero "el gran momento en la vida del perro Literato (corrían los años de la Guerra Mundial) -señala Marco Antonio Campos- fue sin duda el merecido homenaje que le brindaron los clientes del café por su proeza de haber mordido a un alemán".
La heroica acción le valió al perro una presea y que le hicieran gran fiesta. Entre los organizadores estaban el poeta León Felipe, Andrés Henestrosa, Juan de la Cabada, Abreu Gómez y Baqueiro Fóster.

Programa:
I.- Barbacoa con todos sus complicados accesorios: guacamole, salsa borracha y dos "coronas extras".
II.- Dimensión pluridimensional del perro en las artes y las ciencias (discurso).
III.- La Bamba -Solo de chirimía- por Baqueiro Fóster.
IV.- Relaciones morfológicas entre los perros estetas a secas (conferencia).
V.- El Aria del Perro -romanza por el tenor José Pulido.
VI.- Nosotros, los perros -confesiones y ensayo por el "Perro Lomelí"
VIII.- Espontáneos.

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