19.11.05

Una princesa norteamericana (Reforma)

Una princesa norteamericana.
Por Gerardo Australia
Reforma
(31 Mayo 2005).-

El pintor costumbrista Manuel Ocaranza tardó dos años en realizar su cuadro La denegación del perdón a Maximiliano, obra exhibida en la Exposición de la Escuela de Bellas Artes en diciembre de 1873. El cuadro, en palabras del pintor michoacano, muestra la noche del 18 de junio de 1867, cuando la Princesa Salm Salm y la señora Miramón se presentan en el palacio de gobierno de San Luis Potosí implorando el perdón para los prisioneros de Querétaro que deben de ser ejecutados en la mañana siguiente.
Agnes Elizabeth Winona Le Clerc Joy, conocida como la princesa Salm Salm, tenía 23 años cuando logró la famosa audiencia con el Presidente Benito Juárez. Una vez frente a él, cae a sus pies y le abraza las rodillas para no levantarse hasta que le concediera la vida del noble de Habsburgo, prisionero en el convento de las Capuchinas junto con su esposo, Félix Príncipe zu Salm Salm.
La respuesta de Juárez fue determinante: "Ni aunque estuvieran aquí los reyes y reinas de toda Europa podría perdonarle la vida". Aunque le prometió que su esposo viviría para contarlo.
De frondosa cabellera y gran hermosura, Agnes no le tenía miedo a nada. Había nacido en Vermont en el seno de una familia de contrastes ancestrales: por el lado paterno era prima del presidente Abraham Lincoln y la genealogía de los Joy se extendía hasta el rey Enrique III; por el otro, su abuela era una india shawnee nativa de Ohio, misma que le dio el nombre de Winona, que significa "flama", reflejando así el carácter de la muchacha.
En 1862, Agnes se casó con un aristocrático militar europeo que había llegado huyendo de sus muchas deudas de juego, de un sinfín de amores intempestivos y de cuantiosos duelos, producto de su carácter iracundo y explosivo. Félix Constantin Alexander Johann Nepomuk, noble del antiguo principado germano de Salm Salm, era miembro de una de las familias alemanas con más abolengo (Carlomagno y Guillermo el Conquistador entre sus ancestros).

Sirvió en las armadas prusianas y austriacas, hasta que fue expulsado de esta última por incompatibilidad entre su vida privada y lo que debía ser la imagen de un militar de su rango. Como era costumbre en las buenas familias europeas del siglo 19, a la "oveja negra" se le compraba el boleto de ida, pero no de regreso, de preferencia a la salvaje América.

El Príncipe zu Salm Salm llegó a Estados Unidos cuando la Guerra Civil comenzaba, y se alistó en el Ejército de la Unión. Para entonces, Agnes era una inquieta joven de sociedad, que entre otras cosas gustaba de pasar todos los días a toda velocidad frente a la Casa Blanca montada en su semisalvaje caballo mustang.
El Príncipe se enamoró a primera vista. Una vez casados, Agnes no dudó en usar sus encantos e influencia (su padre era General de la Unión) para impulsar la carrera de su esposo. Lo acompañó durante cuatro años en los campos de batalla en el sur, ayudando en lo que podía a enfermos y heridos. Era una mujer determinante y se decía que si la dejaban hubiera dirigido el regimiento sin ningún problema.
El término de la Guerra Civil fue para el Príncipe mala noticia: los tiempos de paz le aburrían. Así, cuando se enteró que había oportunidad para unirse al golpeado ejército de Maximiliano, se embarcó a México a principios de 1867. Poco le duró el gusto, pues no tardaron en capturarlo los liberales en el sitio de Querétaro, donde compartió prisión con Maximiliano, Miramón y Mejía.
Al enterarse por la prensa de la situación de su esposo, Agnes se embarcó a México determinada a salvar al Emperador, ofreció dinero a sus carcelarios, quienes la delataron y la pusieron en arresto domiciliario. Maximiliano fue ejecutado y el Príncipe zu Salm Salm fue liberado seis meses después.
Ambos regresaron a Europa, donde ella, gracias a los servicios prestados a Maximiliano, fue aceptada en la corte germana y en él en el ejército Austrohúngaro. Agnes se vio de nuevo en los campos de batalla durante la guerra franco-prusiana, hasta la muerte de su esposo, ocurrida en la batalla de Saint Privat en 1870.
Antes de morir, el Príncipe le pidió a su esposa que le diera un último beso de su parte a su querido perro "Jimmy", aquél que había sido mimado por Maximiliano y que se había sentado al lado de Juárez mientras ella rogaba misericordia.
Agnes recibió la Medalla de Honor Prusiana por su contribución.
Heroína de su tiempo, en menos de 10 años la Princesa Salm Salm fue testigo de tres cruentas guerras en países distintos. Murió en la pobreza en 1912.

4 comentarios:

ULISES SB dijo...

HOY SOBRE ELLA EN UNA VISITA AL CERRO DE LA CAMPANA EN LA CD. DE HIDALDO, HGO.
POSTERIORMENTE LEI EL LIBRO "APUNTES DEL DIARIO DE LA PRINCESA SALM - SALM"
Y CON LA RESEÑA DEL PRESENTE ARTICULO YA TENGO UNA IMAGEN MAS COMPLETA DE ESTA HEROINA, TENAZ Y LIDER POR NATURALEZA Y POR CARISMA QUE DESPIERTA EN MI, UNA GRAN ADMIRACION POR ELLA.

ULISES SB dijo...

COMENTARIO CORREGIDO EN CUANTO A LA UBICACION DEL CERRO DE LAS CAMPANAS.

OI SOBRE ELLA EN UNA VISITA AL CERRO DE LA CAMPANA EN LA CD. DE QUERETARO, QRO.
POSTERIORMENTE LEI EL LIBRO "APUNTES DEL DIARIO DE LA PRINCESA SALM - SALM"
Y CON LA RESEÑA DEL PRESENTE ARTICULO YA TENGO UNA IMAGEN MAS COMPLETA DE ESTA HEROINA, TENAZ Y LIDER POR NATURALEZA Y POR CARISMA QUE DESPIERTA EN MI, UNA GRAN ADMIRACION POR ELLA.

hernan lois dijo...

para europa fue mounstruoso el fusilamiento maximiliano era mas inocente que nadie le creyo a los mexicanos que lo embarcaron en el imperio( itubide y muchos mas) y a los franceses y a todos los que lo
involucraron en el cuento y su complejo de secundon.siendo liberal hubiera podido crear un gran imp0erio al estilo del brasileño

Roberto Romero Gutierrez dijo...

A Ulises lo traicionó el inconsciente . Su deseo profundo era estar sobre la princesa...